sábado, 5 de enero de 2008

La rancia agonía del rosco de vino

PUBLICADO EN EL MUNDO/LA CRÓNICA DE LEÓN
6 enero de 2007 por Diana Martínez

Sucede cada año. Esta noche comenzará la rancia agonía del alfajor y del rosco del vino.
Desde hoy, estos dos actores de reparto olvidados de la escena navideña comenzarán su infernal travesía por las latas de galletas y de bizcochos. Después de contemplar un año más el triunfo de los bombones de chocolate suizo y otros cuantos intrusos, desde luego nada navideños... después del paso sin pena ni gloria por las mesas festivas de los mazapanes y los turrones duro y blando... después de todo esto, el alfajor y el rosco de vino vuelven a su odisea.
Hay quien tratará de colarlos en alguna bandeja de pastas de té cuando llegue alguna visita semi impertinente. El 'papelaco' plateado se llenará de migas y poco a poco comenzarán a borrársele las letras.
Y así, hasta la Semana Santa, cuando alguien se dé cuenta con resignación de que una vez más no hay nada que hacer y que el viaje sin rumbo del alfajor y el rosco de vino debe llegar a su triste meta, llamada también cubo de la basura.
Con el principio de la rancia agonía del alfajor y del rosco de vino llega la vuelta a la normalidad tras la Navidad. Normalidad ya sólo corrompida por la invencible temporada de rebajas. Y así se supone que comienza ya el año normal y corriente, el 2008, que de momento se diferencia, por lo que he notado, bastante poco del 2007.
Por lo que intuyo y observo, seguirán pasando las mismas cosas que el superado año pasado. Debates inertes sobre el Ciemat Bierzo y cosas similares. También cosas más cotidianas como las colas del supermercado y los atascos en el centro con anécdota incluida como la de ayer. Anécdota de los cojones. Un municipal en Lazúrtegui se me puso algo farruco porque me mandó circular y yo no circulé. Algo tenía que ver en mi decisión de pisar el freno el hecho de que un par de señoras, a las que el farruco les había mandado detenerse en el paso de peatones, se tiraron de igual modo de la acera abajo. El farruco insistía con mala cara en que circulara y yo le hice un inútil gesto señalando a las mujeres para tratar de explicarle el porqué del asunto, pero nada. Por un momento me asaltó la duda moral de perdonarles la vida a las dos temerarias damas o atropellarlas y cumplir la Ley obedeciendo a la autoridad. Pero al final las temerarias cruzaron, el farruco no se coscó de nada y yo circulé siguiendo el curso normal de la vida misma.
Por historias como ésta es por lo que decía que intuyo que las cosas no van a cambiar mucho en el nuevo año, que aprovecho para felicitar a todos los que hayan llegado a esta línea 121. A no ser que el sorteo del Niño nos traiga algo más que salud esta vez.
Aunque, ahora que me acuerdo, igual hay algo que sí está cambiando.Porque la noche de fin de año en un pub de Fabero hicieron sonar un tema de Kepa Junkera. Claro, que después le empalmaron un reguetón. Hay cosas que no tienen remedio. Como la rancia agonía cada año del alfajor y el rosco de vino.

PD: Alguien que no se quién es ni donde está, pero según he oído, es todopoderoso, no escuchó esta vez el multitudinario clamor de todo un pueblo que pedía una oportunidad para Toñín.
Alguien, que no se quién es, ni donde está, tiene más de una cuenta pendiente con la familia Ordóñez López.
ÁNIMO DESDE ESTA CUEVA.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso esactamente es lo que pasa cada año en mi kasa con los roskos de vijo. je:;je je

Anónimo dijo...

querida diana para esro libetad de expesion

Anónimo dijo...

Querida Diana, (ecosordo), bien el artículo que nos dejas, muy apropiado para el final de tanta fiesta, que parece que gusta a muy poca gente ( lo deduzco por sus comentarios, mismamente), y que está cargada de tópicos. Raza de periodista rápida. La anécdota que describes del 'farruco', por desgracia es muy habitual, y no sólo en Ponfe. Un gorra de plato, un silbato y un uniforme con un homínido dentro pueden ser cauasa de las páginas de sucesos, o de la página local de un periódico, si no existieran, que existen gente tan sensata, paciente y controlada como tú.
Tu PD, deja en el aire una queja a alguien todopoderoso, pendiente de saldar alguna cuenta con la familia Ordoñez López, por el drama que acaban de vivir, y ya es el cuarto de esta naturaleza. En el plano en el que hemos vivido el drama de Toñín y su familia, quedémosnos, con lo entrañable de la actitud del niño, del supremo comportamiento de los padres, del orgullo de pertenecer a este Bierzo solidario... Una queja, a un ser tan inabarcable, o a lo que significa, la explicarán sus creyentes, para los demás mejor el silencio.
Besos, María